2050: Eficiencia energética máxima

Europa se pone a la cabeza en la lucha contra el cambio climático y exige a todos sus socios la renovación de las legislaciones nacionales vinculadas con la ecología y con el ahorro energético.
El objetivo es claro: 2050 es la fecha límite para que los inmuebles ofrezcan una máxima eficiencia.

Con la ratificación de la Directiva Europea sobre eficiencia energética en los edificios (EPBD) el Parlamento Europeo y el Consejo aprueban las nuevas reglas que obligan a los Estados miembro a desarrollar estrategias nacionales a medio y largo plazo que impliquen la renovación de los edificios, tanto públicos como privados, a fin de reducir la emisión de contaminantes en un 80%-85%.
El parque inmobiliario de los socios europeos deberá “descarbonizarse” completamente antes de 2050, estableciéndose acciones de control y corrección en 2030 y 2040. Esto significa que, para esta fecha límite, la UE habrá reducido la huella de carbono y de agentes contaminantes de todos los países que la integran. Para ello, los propios gobiernos nacionales deberán establecer los indicadores y factores cuantificables adecuados que permitan revisar y corregir, si fuera necesario, las acciones llevadas a cabo.

Entre las medidas propuestas por el Parlamento Europeo para mejorar la eficiencia energética de los edificios, destacan las acciones para el fomento de parques móviles eléctricos. Para cumplir con este requisito, se exige que los edificios que cuenten con diez o más plazas de aparcamiento incluyan en su diseño zonas de recarga de vehículos eléctricos y que, en los edificios ya construidos, se habiliten nuevos cableados que permitan realizar la carga de este tipo de automóviles.

Está previsto también el desarrollo de indicadores de inteligencia energética que permitirán cuantificar la eficiencia de los edificio y determinar las acciones de mejora necesaria para que cumplan la normativa europea. Este tipo de herramientas inteligentes deberán aplicarse antes de finales de 2020 y ofrecerán los primeros datos relativos al éxito de las medidas aplicadas. Para esta fecha, el objetivo es que los edificios tengan un consumo casi nulo de energía y que utilicen, para su abastecimiento, sistemas de energías renovables: los sistemas de calefacción y aire acondicionado, por ejemplo, deberán requerir de la mínima energía para su funcionamiento sin que ello afecte de manera negativa al confort y bienestar de los que vivan en dichos edificios. Para ello, deberán instalarse sistemas de energía solar, eólica, de biomasa, etc, que garanticen los estándares de calidad y bienestar de los habitantes.

En cuanto a la construcción en sí misma, aspectos como la orientación de las viviendas, el aprovechamiento solar pasivo, el uso de materiales inteligentes, el diseño de soluciones constructivas de aislamiento y ahorro energético como los jardines verticales, las cubiertas verdes, las fachadas ventiladas, etc. hacen cada vez más factible y posible la consecución de los objetivos marcados por los gobiernos nacionales y europeo.

En MPC Group nos interesamos por todas aquellas acciones que ayudan a detener y reducir el impacto ambiental en la edificación.

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